¡Si! ya estoy de regreso, contenta y más relajada. Aprovecho el post de hoy para contarles ¡por fin! detalles de este viaje pues no hubo tiempo antes de la partida.

La verdad es que esto ha sido un gran regalo de vida, siempre había querido vivir la experiencia de viajar sola y es algo que se fue posponiendo, luego me casé, después fui mamá... esto lo hace más especial, el que hasta ahora se diera la oportunidad y contar con el apoyo de mi pareja, mi hijo y la familia me llena de felicidad. Santiago estuvo feliz de saber que se quedaría con papá, abuelos y que visitaría a los primos.

Procurábamos hablar diario por FaceTime {maravilla de vivir en esta era tecnológica} y fue increíble verlo siempre contento, brincando y jugando, que ¡hasta lo perdía de vista en la pantalla! creo que no me extrañó ¡nada! jajaja {...igual y fueron vacaciones para todos}.

En un principio la idea era aprovechar para hacer algún curso de foto solo en una ciudad, pero el plan fue mutando y después de mucho planear, la ruta de los destinos quedó así: Londres, París y Barcelona.

Finalmente resultó un viaje de disfrute, las tres ciudades ya las había visitado en otras ocaciones y en Barcelona vivimos ¡un año! así que pude permitirme ver cosas fuera de lo que uno busca como turista cuando va por primera vez y pude dedicarme a visitar galerías, ver arte, recorrer jardines, conocer parques, ver a la gente hacer su vida y visitar a los viejos amigos, quienes muy amablemente me hospedaron en sus pisos tanto en Londres como en Barcelona.

Filmoteca de Catalunya, Barcelona, España

El viaje me vino muy bien, llegó en un momento en que yo estaba bajo mucho estrés, con mucho trabajo y por lo tanto muy irritable. Disfruté de tener este tiempo solo para mi, sin distracciones, aclarar ideas y reencontrarme como ser individual entre mis roles de mamá, esposa, arquitecta, bloggera, fotógrafa etc... Me encantaría que todos pudieran darse espacios así en la vida, se debe buscar la oportunidad ¡está increíble experimentar algo así de especial!. Creo no hace falta ir tan lejos, quizá bastaría con permitirse momentos especiales para uno mismo.

· Agradecimientos especiales al colaborador Daniel Vizcarra quien amablemente estuvo a cargo de los posts publicados durante mi ausencia ·